En la cadena de comercialización del pescado fresco en Europa, desde el barco hasta la tienda, los sistemas de envases más comunes y representativos para su manipulación y transporte están fabricados a partir de madera (de chopo y pino), de plástico (p.ej. polietileno de alta densidad) o de poliestireno expandido.
Los envases de madera cuentan con numerosas ventajas comerciales, higiénicas y medioambientales.
Por razones de higiene y las características del material, las cajas de madera y las de poliestireno expandido son consideradas de un solo uso, mientras que las de plástico se consideran reutilizables, debiendo ser higienizadas tras cada circuito.
En noviembre de 2014, el equipo de investigación del Dr. José Juan Rodríguez Jerez, experto en análisis microbiológico de superficies y evaluación de biofilms y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, concluyó una Evaluación comparativa del comportamiento microbiológico de los envases para pescado fresco en el mercado, ofreciendo las siguientes conclusiones:
- La madera posee propiedades antimicrobianas.
- El envase de madera es el que presenta una menor contaminación después de su contacto con el pescado.
- Los materiales estudiados no afectan ni a la calidad ni a la seguridad del pescado, siempre que se realice un único uso.
- No hay implicaciones antihigiénicas de la madera en comparación con los materiales plásticos estudiados.
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