Algunos comerciantes de pescado azul ( sardina, boquerón, caballa etc.) han descubierto que envasando en cajas de poliestireno cerradas sin desagüe, después de llenarlas con agua salada o dulce y hielo, el pescado mantiene su apariencia de fresco muchos días.
Realmente es una especie de semiconserva o salmuera a la que se va añadiendo hielo aunque el agua adopte un sospechoso color rojizo.
Al ponerlas a la venta, generalmente en grandes superficies, se agujerea el fondo de la caja para vaciar el líquido y el pescado se ve gordo y brillante con aspecto de "fresco".
Esto es un fraude a la reglamentación de envases para productos frescos que prohíbe mezclar el agua del deshielo con el producto que refrigera. Debe haber agujeros de drenaje que impidan que el pescado , una vez fuera de los barcos, esté en remojo.
Sanitariamente es un peligro porque enmascara la frescura de estas sardinas o boquerones.
El pescado azul envasado vivo en el momento de su captura en el mar, en caja de madera añadiéndole una capa de hielo, es lo más fresco y natural que podemos consumir. Cuando deja de ser fresco se nota de inmediato.
La madera no engaña.
FEDEMCO ha denunciado estas irregularidades que perjudican al sector de fabricantes de cajas de madera. Las Autoridades Sanitarias y de Agricultura catalanas y valencianas a las que se ha pedido explicaciones de momento no han dado una respuesta o solución.
Parece que hay una cierta "confusión o ignorancia" de la legislación vigente sobre estos temas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario